Trastornos deglutorios

Se define como disfagia cualquier dificultad en la deglución, desde la formación del bolo alimenticio hasta su desplazamiento desde la boca al esófago. No es una enfermedad en sí misma sino que constituye un síntoma de otra enfermedad subyacente.
La disfagia orofaríngea tiene una elevada frecuencia en pacientes con enfermedad neurológica (ACV, TEC, Parkinson, etc.) y en personas de edad avanzada.

¿Cuáles son las causas de disfagia orofaríngea?

  • Estructurales: tumores del área ORL o secuelas post radioterapia.
  • Funcionales: trastornos de la motilidad orofaríngea que afecta a la propulsión del bolo, a la reconfiguración orofaríngea durante la deglución o a la apertura del esfínter esofágico superior. Frecuentemente está asociada a enfermedades neurológicas o al envejecimiento.

¿Cómo saber si una paciente tiene disfagia?

Hay algunos signos que alertan acerca de la posibilidad de presentar disfagia.

  • Tos durante o después de la deglución
  • Atragantamientos
  • Inadecuado cierre bucal, babeo frecuente
  • Degluciones múltiples para tragar el bolo
  • Restos de alimento en la boca luego de la deglución, acumulación de saliva en la boca
  • Regurgitación nasal
  • Voz húmeda. Cambios vocales tras la deglución.
  • Aumento del tiempo en cada ingesta
  • Antecedente de infecciones respiratorias recurrentes.
  • Disminución de peso.

¿Qué complicaciones puede tener un paciente con disfagia?

Se reconocen 2 tipos de complicaciones graves de muy alta frecuencia: nutricionales y respiratorias.

  • Las alteraciones de la eficacia de la deglución puede llevar a deshidratación y desnutrición (factor que por sí mismo empeora la disfagia con mayor riesgo de neumonía). Tienen una elevada prevalencia, con efectos deletéreos sobre la morbimortalidad.
  • Las alteraciones en la seguridad de la deglución: penetraciones y aspiraciones de vía aérea con elevado riesgo de neumonía. Por estudios paraclínicos se observó que un 50% de los pacientes neurológicos y ancianos presentan estas alteraciones. Las aspiraciones orofaríngeas ocasionan frecuentes infecciones respiratorias y hasta un 50% de los pacientes que se aspiran, desarrollan una neumonía aspirativa.

¿Cómo se realiza el diagnóstico de disfagia? ¿Es posible un tratamiento rehabilitador?

El diagnóstico y tratamiento de la disfagia orofaríngea requiere de un equipo multidisciplinario que incluya ORL, fonoaudiólogo, nutricionista, geriatra, neurólogo, etc.

  • Diagnóstico: se basa en aspectos clínicos y paraclínicos. Dentro de estos últimos, la videofluoroscopia y la faringolaringoscopía, se utilizan para establecer el diagnóstico del trastorno funcional y para prescribir el tratamiento dietético y rehabilitador más adecuado.
  • Tratamiento: debe seleccionarse en forma individual. La intervención adecuada y coordinada por equipo interdisciplinario, debe estar dirigida a mejorar la seguridad y la eficacia de la deglución, evitar complicaciones médicas graves (nutricionales y respiratorias) y mejorar la calidad de vida del paciente.

ERENI cuenta con técnicos capacitados en el tratamiento de la disfagia.

Objetivo del tratamiento rehabilitador: diseño de un conjunto de estrategias terapéuticas para proporcionar una deglución segura y efectiva, mediante el uso de técnicas de deglución segura y estrategias dietéticas adecuadas.

  • Estrategias dietéticas: son mecanismos compensatorios. Adaptan la consistencia de los líquidos y los alimentos sólidos, de acuerdo a la evaluación individual y dinámica de cada paciente. Constituyen un aspecto básico en el tratamiento de los pacientes con disfagia. Para adaptar la viscosidad de los líquidos, se utilizan espesantes o fluidos espesados en forma comercial.
  • Técnicas de deglución: a cargo de fonoaudiólogo especializado en deglución. Consisten en estrategias posturales, de incremento sensorial oral, praxias neuromusculares y maniobras deglutorias específicas, de acuerdo al tiempo de la deglución afectado.